DÉJÀ VU nos habla de la distancia entre una persona y sus sueños, de lo que es y lo que le gustaría ser. Sueños muy ambiciosos que despiertan sus aires de grandeza, pero a la vez imposibles, que le llevan al desánimo. Especialmente sugerente, arriesgado y fascinante… que a momentos destila un humor fino. Todo ello es un espectáculo visual, sin texto, donde se difuminan las fronteras entre la realidad y la fantasía a partir de una historia con un punto de melancolía. Como si “Bartleby, el escribiente”, se encontrara de repente inmerso en un mundo fabuloso de Alicia en el país de las maravillas… Una realidad confusa en un espacio y momento indeterminados, con un espacio escénico que juega con la desproporción extrema de las medidas.
Artista autodidacta, Manolo Alcántara se considera más artesano que artista. Crea los espectáculos totalmente desde la intuición, el juego y la curiosidad. Acepta el riesgo del circo y lo transforma para compartirlo con el público.
Entiende, vive y crea el circo desde la evolución. Un recorrido personal que pasa por diferentes etapas, ninguna etapa anterior. Este recorrido se inicia con un interés puramente demostrativo para llegar a día de hoy, en el cual esconde la técnica para ponerla al servicio del espectáculo.
En este proceso, ha llegado a tener unas constantes, como un ADN que perdura montaje tras montaje: la creación paciente y sugerencia antes que la explicación gráfica de las historias, el cuidado en el aspecto
visual utilizando estructuras innovadoras y la música en directo.